Joe Biden: ¿Cuál es el futuro de Estados Unidos?

Pandemia, racismo y política internacional, son algunos de los puntos que deberá afrontar el nuevo mandatario hasta el 2024, en un país contemplado por la fuerte crisis social, política y económica.

Joe Biden tiene el nuevo reto de retomar el impulso político económico y social de Estados Unidos frente a la crisis sanitaria (Foto: Andina)

Luego de una victoria “sorpresiva” del demócrata Joe Biden, la cuestión nace en cómo se maneja el panorama actual de Estados Unidos de cara a los siguientes años. El gobierno de Trump ha dejado una brecha por resolver en diversos ámbitos. Sin embargo, tal parece más una derrota del republicano, que una victoria meritoria por parte de Joe Biden. Los enfoques son: salud, economía, relaciones exteriores y combatir el racismo.

Joe Biden tiene un plan para enfrentar la recesión económica. Él fue vicepresidente de los Estados Unidos durante el periodo de la gran depresión 2007-2009. En el 2009, después de haber absorbido la crisis, el Producto Interno Bruto (PIB) mundial se contrajo un 1.68%, el de Estados Unidos 2.78% y el PIB de México 4.70%, según cifras del Banco Mundial. Como garantía de aquel acontecimiento Biden ha asegurado el aplazamiento de seguros por desempleo, creación de puestos de trabajo en el sector público de salud frente a la compleja pandemia nacional.

En cuanto al tema del desempleo el Departamento del Trabajo en Estados Unidos anunció un 4 de octubre del 2019 que la tasa de desempleo cayó en 3,5%. Aquella noticia fue registrada como la cifra más baja desde diciembre de 1969 (en ese entonces gobernaba el polémico Richard Nixon). Sin embargo, la crisis económica por la pandemia no será tan fácil de solucionar. En primer lugar, la pandemia ha afectado a los mercados globales de los que dependen algunas industrias. Por ejemplo, las aerolíneas dependen de la demanda mundial, es decir, del levantamiento de restricciones en los demás países y no solo en Estados Unidos.

Uno de los puntos más resaltantes de su plan es el uso obligatorio de mascarillas. El demócrata ha asegurado que se reunirá con los gobernadores de cada Estado para solicitar que declaren obligatorio el uso de mascarilla. Si estos se negaran, procederá a reunirse con las autoridades locales de cada Estado. Asimismo, la mascarilla será obligatoria para transportarse entre Estados y para quienes visiten o trabajen en edificios del Gobierno.

El demócrata planea restaurar el “Liderazgo Norteamericano” en el mundo. Ha asegurado que se corregirán “grandes errores” de la administración Trump. Entre ellas están la salida de Estados Unidos del acuerdo de París y el intento de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, los problemas de política exterior con Ucrania, Rusia, China, entre otros países.

Asimismo, ha asegurado que se encargará de reinstaurar las buenas relaciones con sus aliados alrededor del mundo. De acuerdo al demócrata, la política de Trump de “América Primero” se ha transformado en un “América solitaria”. El aislamiento promovido por Trump es algo que debe “revertirse”.

La política exterior de Biden estaría centrada en fortalecer los lazos con los aliados de Estados Unidos en la OTAN. De acuerdo a los analistas, esto favorecería la protección de lo que se conoce como el “orden internacional liberal”. El otro punto determinante es el aumento de pruebas de coronavirus. Biden ha asegurado lanzar un plan nacional. Busca que se realicen tantas pruebas en un día como actualmente se realizan en una semana.

Contra el racismo, en 2018, la tasa de pobreza entre los afros estadounidenses fue del 20,8%, aproximadamente la mitad de lo que había sido en 1966. Hay 8,9 millones de afroamericanos que viven en la pobreza, según los últimos datos de la Oficina del Censo de EE.UU. La pobreza en EE.UU. se mide al calcular si el ingreso total de una familia es menor que el costo de sus necesidades. Por ello, Biden tiene que regir un sistema de inclusión social eficiente.

No podemos olvidar esta situación de la población afro y los migrantes (ilegales, informales y formales), quienes siempre viven problemas de discriminación, xenofobia en Estados Unidos. Esto fue mucho más evidente durante el gobierno de Trump, quien anunció públicamente que era un racista y que la clase “gringa norteamericana” debía predominar sobre los otros. Biden necesita recuperar esa confianza si busca una gestión regular en los siguientes años.

Trump y su fracaso con el autoritarismo

Frente al evidente autoritarismo de Trump bajo el nombre, “América First”, el aislamiento promovido por Trump debe reestructurarse en el fortalecimiento internacional. En un conversatorio de OjoPúblico, el politólogo José Alejandro Godoy indicó que la salida de Donald Trump puede significar un “aire fresco” y una mejor relación de Estados Unidos con América Latina. Sin embargo, existe una gran mayoría del partido republicano en el Senado lo cual hará complicaciones para la gestión de Joe Biden.

Una de las principales razones para sustentar el dicho es el autoritarismo establecido por Donald Trump. Ello, le ocasionó problemas cítricos en la política exterior con sus aliados, tensiones en China frente a las empresas Xiaomi y Huawei, conflicto con Corea del Norte y Rusia, los problemas racionales frente a una supremacía blanca bastante explícita y el aumento del desempleo junto a la informalidad por las irregularidades en su gestión en estos 4 años de mandato.

El último presidente derrotado que intentó desempeñar un papel de intermediario en el poder después de dejar el cargo fue Herbert Hoover, quien se posicionó para volver a presentarse tras su derrota en 1932 a manos de Franklin D. Roosevelt y se convirtió en un líder declarado del ala conservadora del Partido Republicano. Aunque ejerció una influencia significativa durante años, no volvió a ganar la nominación ni cambió el veredicto de la historia.

Las críticas contra las encuestadoras en Estados Unidos se han endurecido. El candidato demócrata no logró la “aplastante victoria” que se proyectaba. Por el contrario, Donald Trump lo hizo mejor de lo que muchos esperaban. Por un momento, incluso hubo una buena probabilidad de que fuese reelegido.

Sin embargo, ya distintos medios proyectan que Joe Biden ha asegurado suficientes votos electorales para convertirse en el 46to presidente de los Estados Unidos. Esto ha desencadenado que diversos analistas políticos e internacionalistas se planteen en cómo lucirá su eventual administración 2020-2024. Este contexto es una serie de complejidades de cara a los siguientes años en el pueblo norteamericano.