El pecado de idolatrar
- Ernesto Astonitas
- 15 feb 2021
- 2 Min. de lectura

"¿Les suena poco creíble? Pues es la verdad." dijo sin temor. Palabras se suman cuando existe personajes como él, aquellos que consideramos intocables, seres eternos que nunca decepcionaran, inmortales éticamente. Pecamos en que todos decepcionamos, todos fallamos, fracasamos, mentimos. Somos humanos, pero hay que saber cómo y cuándo, existe lo llamado empatía y respeto al ciudadano.
Es una realidad consecuente que sucede. Ejemplo, el máximo ídolo de tu carrera artística es considerado un farsante con pruebas. Te decepcionará, te molestará, pero al final seguirás apegado a ese ser. Lastimosamente, para los que entramos a la política, eso es pecado capital. Guerra sucia frente a la debilidad del Estado se refleja en realidades misóginas, y temerosas. Mentir a un país es una infamia, más aún cuando se esperaba un autocrítica. Eso no está en su guion.
No hay honestidad, mentiras y mentiras, es un juego de palabras tal usar los mejores versos para complacer a tu audiencia. Se nos olvidó que vivimos en el populismo, en donde cualquier candidato, funcionario, aprovecha la oportunidad para victimizarse o idolatrarse. Complejo pero es sencillo, nadie sale limpio, el escándalo más grande en Perú desde el caso Odebrecht, sin dudas.
Un presidente llamado "No te elegimos, no te merecemos" (ironías de la vida) resultó ser un personaje capaz de quemar a sus más grandes aliados con el fin de llegar al poder. Si, es capaz de sacar más voces y hasta mentir con el fin de seguir su rubro. Desde lo psicológico parecer ser alguien sin sangre. A pesar de las evidencias claras, hay mucha gente que lo apoya. Por más que sepamos la verdad, llegamos al punto ciego de la negación. Mi reflexión.
Son varios los implicados, el caso actual abre la herida a un contexto que se creía borrado, que no volvería a pasar. Al fin y cabo, olvidamos que Perú es un país donde lo imposible sucede, una rutina estresante que implica cabeza fría y criterio. El pecado de idolatrar, lo vivimos todos, solo eres tú quien decide quedarse ahí o reconocer el error, mirar con otra perspectiva. Aférrate si quieres, pero admite y defiéndete de las críticas, no te victimices, las burlas siempre serán parte de los diálogos.
Vota bien el 11 de abril que los populistas vendrán como fila cual escena de estudiantes caminado en el videoclip Another Breaking The Wall de Pink Floyd, solo es cuestión de mover las fichas y saber cómo administrarlas. Tú decides, no tengas miedo a equivocarte, es parte de la vida, el tema es saber cómo.
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