Nápoles en luto: ciudad albiceleste frente la discusión social "Maradona"
- Ernesto Astonitas
- 27 nov 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 27 nov 2020

La historia se vuelve a presentar. ¿Para eso están los discursos y debates, verdad?. Nuevamente la figura pública resurge durante su fallecimiento. Aspectos negativos y positivos se acumulan en la crítica controversial, mediante el lenguaje y la opinión explosiva en su mayoría. El fútbol, lamentablemente, vuelve a ser ojo de la tormenta. Tal vez, por todo lo visto en este año 2020, el 25 de noviembre será recordado por un día en donde las redes sociales explotaron con la controversial opinión de "el artista fuera de su obra". ¿Maldición?.
Al ser varios jóvenes entre 15-30 años, somos incapaces de definir lo que fue Diego en el mundo del fútbol. En Nápoles, hasta el más joven puede definir lo que representó Maradona en los 80 hasta el día de hoy. 1984, llegaba un personaje de 24 años a una ciudad en caos, ubicada al sur de Italia. Saliendo de los Anni di piombo (años de plomo) y las mafias italianas, no eran una representación importante comparado con la ciudades del norte, plagadas por riqueza institucional, artística, arquitectónica.
Escribir en párrafos los títulos deportivos que se obtuvo no es necesario, solo datos: 4 títulos nacionales, 1 internacional. Logró en 7 años (1984-1990) que Nápoles forme parte del reconocimiento mundial. La ciudad del monte de Vesubio había conseguido ser noticia en la prensa. Esta vez, no por un conflicto interno, ni por los problemas sociales en el periodo de crisis en la URSS y la próxima caída del muro de Berlín. El fútbol, aunque una gran mayoría detesten decirlo, volvió a formar parte de la influencia social. Un jugador, también lo hizo.
Llévame a la magia del momento,
en una noche de gloria.
Donde los niños del mañana comparten sus sueños
contigo y conmigo
-Wind of Change, Scorpions, 1990
Maradona tendrá denuncias y ha sucumbido a una muerte encaminada por problemas que hasta sus más cercanos desconocen. El ambiente público siempre tendrá la potestad libre de definir lo que es justo, verdad o mentira. La subjetividad vuelve a placarse en los discursos sociales entre detractores y aficionados. Dios para muchos, un demonio "viejo verde" para otros. Sin embargo, la discusión sobre una leyenda alimenta la imagen de lo que es, y será a partir de ahora.
Nápoles llorará a Maradona, la ciudad que ahora ha mantenido una estabilidad socio-económica, reducción de inseguridad gracias a él. Nápoles puede agradecerlo al pie de la letra. Ellos tienen una razón del porqué lo aman, sin importar cuantas masas de distintas clases sociales lo critiquen. Nápoles es albiceleste, lo será en la eternidad. Las discusiones seguirán su curso, una rutina diaria en defensa de posturas. Su deceso es consumado. Su leyenda, parece recién escribirse en otras categorías fuera del deporte.

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